“El
trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre
contento”. Esta frase de Victor Pauchet, uno de los médicos más
importantes de la historia, bien podría aplicarse hoy para describir la
extraordinaria transformación que han vivido los puestos de trabajo
gracias a la tecnología, concretamente debido a tendencias como el BYOD (Bring Your Own Device) o el cloud computing.
Precisamente es en este segundo aspecto en el que los puestos de
trabajo han experimentado los cambios con mayor influencia en el día a
día de los empleados… y en las cuentas de las compañías. No en vano, la
nube ha dotado de una flexibilidad, seguridad y comodidad hasta
ahora inimaginable en este campo; uno de los terrenos en que asimismo
se puede ahorrar sin disminuir la productividad (más bien, todo lo
contrario) dentro de las organizaciones.
Las cifras corroboran esta teoría: según Gartner, pasar de una compleja red de PC individuales a los escritorios en el cloud puede llegar a suponer un ahorro de entre el 18 y el 35% de los gastos totales asociados a la infraestructura TIC del puesto de trabajo.
Mientras, el empleado vive la misma experiencia que en su ordenador de
toda la vida, pero ahora podrá acceder a todos sus documentos y
programas desde cualquier dispositivo y desde cualquier lugar, siempre
actualizado, disponible y sincronizados.
¿Cómo es un puesto de trabajo en la nube?
Con puesto de trabajo entendemos el hardware y software que un trabajador utiliza para sus funciones diarias.
Hasta hace una década, solía asociarse únicamente al ordenador, la
intranet corporativa y las aplicaciones que necesitara en sus
quehaceres, pero la irrupción de la movilidad en el entorno empresarial
ha obligado a que se incluyan en esta definición también teléfonos
móviles, tablets, portátiles y los PC que los empleados tengan en sus
casas.
Así pues, la mejor solución para que los usuarios puedan disponer de
todo lo necesario para trabajar en el lugar que precisen es la nube. De
esta forma, el escritorio de toda la vida, el instalado en el disco duro
del ordenador, pasa a estar alojado en un servidor externo, virtualizado y entregado a los trabajadores a través de Internet, justo cuando lo necesitan. Gracias a estos desktop-cloud, los trabajadores pueden trabajar desde su casa, desde una obra o desde el hotel en que estén alojados en su viaje de negocios.
Simplicidad y seguridad para las empresas
Para las empresas, migrar el escritorio de los trabajadores a la nube
tiene innumerables ventajas. Más allá del ahorro económico que ya hemos
mencionado, el cloud PC permite trasladar los
requerimientos de potencia de miles y miles de ordenadores individuales
al centro de datos, mucho más sencillo de controlar y monitorizar.
Dicho de otro modo: se acabaron los informáticos que pierden horas y horas
actualizando los programas y resolviendo los problemas de cada usuario
de la empresa. Las amenazas de seguridad, además, se pueden afrontar de
una forma mucho más uniforme, implantando los protocolos y medidas de
manera inmediata a todos los equipos.
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