Una cosa es un hacker, y otra muy
diferente un pirata informático, pero la Real Academia Española no lo ve
así. La última versión de su diccionario que, se supone, es el canon de
uso del idioma español en el mundo, equipara el término hacker al de
pirata informático. La definición ha generado malestar entre la
comunidad de hackers, y ya hay hasta una petición oficial para
cambiarlo.
La
petición ha sido iniciada por el programador y hacker español Chema
Alonso. Como explica en su blog, el problema de la definición es que es
absolutamente parcial. Su única acepción es la de pirata informático,
criminalizando a un colectivo de investigadores enorme que trabaja en
pro de la seguridad, y al que le debemos buena parte de lo que es hoy
Internet.
El definir a un hacker como un pirata
informático, iguala el trabajo de un investigador que es capaz de
encontrar un bug en el protocolo tan importante para nuestra sociedad
como SSL, con el de un cibercriminal que usa herramientas de terceros
para engañar a sus víctimas y robarles. Iguala a un estafador por
Internet que roba las cuentas con correos de phishing para lucrarse, con
el de una persona que es capaz de demostrar que los sistemas de
seguridad de las aplicaciones que usamos todos los días no protegen
correctamente la privacidad de usuarios.
En otros idiomas, el término hacker sí
que está definido con más acierto. En el diccionario Merriam Webster,
por ejemplo, perteneciente a la prestigiosa Enciclopedia Británica, la
palabra tiene varias acepciones entre las que se incluye: "experto en
programación y en resolver problemas con un ordenador".
Tampoco es que sea ideal, pero al menos
no criminaliza por la cara a todo un colectivo. La acepción del nuevo
diccionario de la RAE proviene directamente del Diccionario Panhispánico
de Dudas, una obra en la que la definición tampoco se ha actualizado
debidamente en años.
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