Constantemente estamos hablando de vulnerabilidades y exploits
en las noticias sobre seguridad informática, pero para muchos usuarios
tal vez aún sean conceptos difíciles de entender. Es por eso que hemos
decidido escribir este artículo y aclarar cualquier atisbo de duda que
pudiera haber en este aspecto.
Por empezar, ¿qué es un exploit?
Las definiciones habituales hablan de un programa o código que se aprovecha de un agujero de seguridad (vulnerabilidad) en una aplicación o sistema, de forma que un atacante podría usarla en su beneficio.
Trasladado a la vida real, sería como si un modelo de cerradura
(sistema o aplicación) tuviera un fallo de diseño que nos permitiera
crear llaves que la abrieran (exploit) y poder así acceder al sitio que trata de proteger y realizar actos delictivos (malware).
Existe confusión entre los usuarios y cierto mito de que un exploit puede considerarse malware. La realidad es que, tal y como hemos visto en el ejemplo, no es un código malicioso en sí mismo, sino que es la llave para que estos accedan a nuestro sistema.
De esta forma, puede proporcionarles los permisos necesarios para poder ejecutarse en un sistema e infectarlo aprovechándose de una vulnerabilidad.
Tipos de exploits
Básicamente se puede distinguir entre dos tipos: los conocidos o desconocidos (0-day). Los exploits conocidos son aquellos de los que se tiene constancia y podemos tomar medidas para evitar
ver nuestros sistemas afectados. Suelen ser los que aparecen en la
mayoría de noticias de seguridad y aparecen varios cada día, de la misma
forma que van apareciendo las vulnerabilidades que tratan de
aprovechar.
Por este motivo, es importante que estés informado acerca de qué vulnerabilidades están siendo aprovechadas por exploits y compruebes que tienes todos los sistemas y aplicaciones actualizados y, en el caso de no existir una actualización disponible, apliques técnicas que ayuden a mitigar las posibles amenazas.
Nuestro blog es una buena fuente de información constantemente actualizada sobre fallas y sus parches, aunque existen webs especializadas en identificar e informar de las que van apareciendo cada día, como Exploit Database.
Por otro lado, hablábamos de los exploits desconocidos o 0-days, los cuales vemos a menudo en las noticias de seguridad. Estos se utilizan sobre vulnerabilidades que aún no han sido reportadas al público general y, por tanto, suponen una grave amenaza, especialmente si se utilizan en ataques dirigidos a empresas o gobiernos.
Cuando se utilizan no suele haber medidas que puedan bloquear el malware que lo aprovecha, y eso los convierte en prácticamente indetectables.
Es por eso que son muy cotizados entre los delincuentes,
permitiéndoles, por ejemplo, robar información importante de una empresa
o gobierno o, en casos extremos, atacar cierto tipo de infraestructuras críticas.
Uso común de los exploits
Los delincuentes utilizan frecuentemente exploits para hacer que sus amenazas infecten un mayor número de equipos, y esto lo hemos visto durante los últimos años en aquellos casos de amenazas que se aprovechaban de vulnerabilidades en productos de Java y Adobe.
Un ejemplo utilizado de forma masiva para explotar vulnerabilidades es el del ransomware también conocido como “Virus de la Policía”.
En las sucesivas variantes que han ido apareciendo desde 2011, hemos
visto cómo los delincuentes han aprovechado vulnerabilidades en Java y en sistemas Windows 2003 para infectar a los sistemas y solicitar un rescate a los usuarios por los datos almacenados -que este malware cifra para que no puedan ser recuperados.
Medidas de protección
Una vez hemos aprendido qué son los exploits y cómo funcionan, podemos adoptar una serie de medidas para evitar que sean utilizados para infectar nuestros sistemas:
- Mantener todas nuestras aplicaciones y sistemas actualizados: sabiendo que los exploits se aprovechan de los agujeros de seguridad, resulta vital cerrarlos cuanto antes. Por eso es necesario mantener una política de actualizaciones eficaz para evitar dejar una ventana de tiempo que pueda ser aprovechada por los atacantes.
- Mitigar los efectos de posibles exploits usados en nuestra contra. Puede suceder que el fabricante del sistema o aplicación vulnerable no haya lanzado todavía una actualización que solucione el problema. En este caso, se pueden utilizar herramientas como el Kit de herramientas de Experiencia de Mitigación mejorada (EMET) para Windows. Esto ayudará a evitar que tu sistema se infecte hasta que aparezca una solución definitiva.
- Contar con una solución de seguridad avanzada como ESET Smart Security, capaz de detectar y bloquear exploits pensados para aprovechar vulnerabilidades en navegadores web y lectores PDF, entre otros.
Conclusión
Los exploits están a la orden del día cuando hablamos de
nuevas amenazas y ataques, por lo que es importante que los tengan en
cuenta y sepan cómo protegerse aplicando las medidas de seguridad que
hemos ofrecido en este artículo. De esta forma, minimizarán los riesgos y
evitarán que sus sistemas e información confidencial caigan en las
manos equivocadas.
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