En este mundo entretejido por una cabalgante interacción
comunicacional todos corremos el riesgo de convertirnos en uno más, lo
que deriva en invisibilidad personal y profesional, el principal
inconveniente para progresar. Nadie compra lo que desconoce, no
comprende o es muy igual. Destacarse o resignarse a esperar.
Cuando un perro levanta su pata todo presagia que con su mecánico
gesto pronto se procurará aliviar, aunque a la par de ello también
ambicionará dejarse notar marcando un territorio que sistemáticamente
sueña con hacer suyo a fin de encontrar una compañera con quien
procrear. Nadie le ha contado que los parques de nuestras ciudades, por
buena vecindad, deberá compartirlos con sus demás. Aun así, su atávica
persistencia le llevará una y mil veces a dejar su marca canina que para
él sin duda tiene carácter muy personal (¿tienen los perros Marca Personal…?).
Afortunadamente, los humanos podemos separar nuestras necesidades
fisiológicas de nuestras aspiraciones vitales de progresar (que no de
procrear), lo que en el mundo actual nos llevará irremediablemente a
tener que buscar nuestra identificación propia con la suficiente
particularidad de que sea tan reconocible por los demás que les deje una
señal o marca, nuestra Marca Personal. Por tanto toda Marca Personal se
sustentará en la singularidad, que cada cual deberá en sí mismo
encontrar o de carecer de ella, crear.
Mi proyecto Marathón-15%
podría ser un ejemplo de esto pues supone una nueva inflexión de la
línea comunicacional que hasta ahora dibujaba mi personalidad
profesional. Pero una inflexión con voluntad de marcar y así el desafío
que supone un récord mundial como experiencia ejemplificadora de las
claves que determinan los procesos de superación personal, ya por sí
cuenta con la suficiente fuerza argumental para destacar, sin duda el
fin último de la Marca Personal.
Pero… ¿para quién es la Marca Personal?. En 2009, mi artículo “La Marca Personal”
defendía la conveniencia de encontrar y presentar a los demás nuestra
Marca Personal con independencia de nuestra situación laboral
(trabajador por cuenta propia, ajena o en situación de buscar), pues la
venta de toda fuerza de trabajo o servicio profesional requiere su
escaparate, precio y disponibilidad, todo bien claro y listo para atraer
y gustar. Además, la Marca Personal tampoco es asunto solo de quienes
se encuentran muy arriba en la escala profesional, pues casi más
justificado es mejorar para quien sus ingresos no le llegan para pagar
su sustento que los que ya gozan de una situación de estatus y
bienestar. Hoy la Marca Personal es como ayer lo fue la pertenencia
familiar (¿y tú… de quien eres?), con la distinción de que la primera la
podemos configurar mientras que la segunda la debemos aceptar.
Y… ¿cómo conocer si la gestión de nuestra Marca Personal está siendo
eficaz?. Bastará constatar si los atributos que a partir de ella
queremos destacar de nuestra personalidad son los que realmente nos
definen en la opinión de los demás. Para ello nada mejor que preguntar,
pues es muy habitual el pretender ser algo o incluso creer serlo ya y
todo ello quedar muy distante de la verdadera realidad. De nada vale
engañarnos y peor aún, engañar.
Para finalizar, quien todavía no le encuentre utilidad a lo de la
Marca Personal y disponga en su vida el ignorarla deberá saber que todos
la tenemos impresa aun sin querer, siendo peor dejarla vagar sin
criterio pues entonces la marca equívoca que pueda dejar será aún más
honda y por tanto más perjudicial…
No hay comentarios:
Publicar un comentario