Una marca fuerte es un pilar de rentabilidad, conduce a una
percepción de calidad, asegura una relación duradera con el cliente
basada en la confianza, permite la diferenciación entre productos
similares, facilita el reconocimiento en un mercado saturado, permite
manejar con mayor facilidad los precios e incrementa los márgenes de
utilidad, entre muchos otros beneficios. En pocas palabras, el valor de
marca es la capacidad que estas tienen para cobrar más por sus
productos, generar más riqueza y es un factor que incide directamente en
el valor de cualquier negocio.
Cabe
mencionar que trabajar con marcas es actuar en el terreno de lo
subjetivo, de las apariencias y de la percepción de las personas, ya que
estas viven en la mente del consumidor y se entienden como una suma de
las percepciones, sentimientos y pensamientos acerca de una compañía,
producto o servicio.
A continuación menciono 6 puntos elementales
que se deben considerar en el desarrollo, construcción y manejo de
cualquier marca, con la finalidad de que esta permanezca sana y vigente
en la mente de nuestros consumidores:
Define tus diferenciadores:
Todo buen posicionamiento debe entender y fusionarse con los atributos
que los consumidores asocian intrínsecamente con la marca, evalúan
positivamente y piensan que no pueden encontrarlos en la misma medida
con otra marca competidora. Para que un atributo de una marca pueda
funcionar como un “diferenciador” hay que determinar: a) Que sea
deseable por el consumidor b) Sea entregable por la compañía c) Se
diferencie notablemente de la competencia.
Conoce tus concurrencias:
Llamemos así a los atributos que no son necesariamente únicos para la
marca, que son valorados y que se pueden compartir con la competencia en
cierta forma. A pesar de que no son “ventajas competitivas” o atributos
únicos, es importante tener muy claras las concurrencias para no dejar a
la deriva las áreas en las que la marca está en una posible
“desventaja”.
Genera una promesa: Implica definir
como se quiere que los consumidores perciban a la marca y la categoría
de negocio en la que se quiere estar. Debe también incluir clara y
concisamente la esencia de la marca, de manera memorable, corta y
nítida.
Detona el Potencial: El posicionamiento
de una marca debe tener siempre un pie en el presente y otro en el
futuro. Debe ser aspiracional y permitir que la marca tenga espacio para
evolucionar y crecer.
Proyecta Relevancia: Construyendo afinidad y una conexión emocional hacia tu marca, manteniendo siempre el equilibrio entre el corazón y la cabeza.
Crea Valor:
Ofreciendo un conjunto suficientemente convincente de beneficios para
atraer y retener a los consumidores. Recuerda que el Valor se mide de
acuerdo a la percepción y, el valor percibido es la diferencia entre el
beneficio percibido menos el costo pagado.
Las marcas son
herramientas extremadamente poderosas, pero sólo una vez que han sido
establecidas y que han logrado desarrollar la confianza de sus
consumidores. Construir una marca poderosa no es una tarea fácil, es
algo que lleva tanto tiempo, como un esfuerzo dedicado y dirigido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario