Hasta 500 euros en un solo tuit. Ése es el límite que el banco francés BPCE ha establecido para su nuevo servicio de transferencias monetarias a través de Twitter, que permitirá a sus clientes con teléfono móvil enviar dinero mediante publicaciones en la red social de los 140 caracteres.
Así lo recoge Bits, el blog sobre tecnología del New York Times, que señala que la entidad introducirá el nuevo servicio, llamado S-Money,
hoy mismo, y que estará disponible para todos los clientes que tengan
cuenta francesa, un número de teléfono móvil y, por supuesto, perfil en
Twitter.
S-Money funciona de la siguiente manera: quien desee realizar una transferencia debe publicar un tuit que mencione el nombre del servicio,
así como la cuenta de Twitter de aquella persona a la que se lo quiere
enviar, la cantidad de dinero que desea transferir y el hashtag o etiqueta “envoyer” (enviar, en francés).
¿Qué significa esto? Lo evidente, que todos los seguidores de quienes publiquen estos tuits podrán ver en sus muros sus transferencias.
Los tuits serán también accesibles para otros, si estás personas no
tienen sus cuentas protegidas, incluso para quienes no inicien la sesión
en la red social (Google indexa los contenidos de Twitter). Será público, por tanto, cuánto dinero envían, a quién y cuándo lo hacen.
El banco asegura, eso sí, que, aunque resulten tan visibles, las
transacciones se realizarán de forma segura a través de sus sistemas de
encriptación.
Quizá no sea la mejor manera de transferir discretamente dinero entre individuos, pero sí puede ser una forma atractiva de donar dinero a organizaciones solidarias o a campañas de crowdfunding,
tanto para quienes lo envían como para quienes lo reciben, por el
efecto llamada. El banco ha tenido esto en mente desde el principio,
algo que se refleja en las condiciones de uso de este nuevo servicio,
que fija un máximo de 250 euros para las transferencias entre personas,
que no tienen cargo, y de 500 euros para otro tipo de entidades a las
que sí se les cobrará una comisión de entre el 1% y el 2% de cada
transacción.
Chatillon también confía en que este
nuevo proyecto podrá ayudar a ampliar en Francia el número de usuarios
del servicio de transferencias de BPCE, que actualmente está en torno a
los 100.000. Especialmente, entre los más jóvenes.
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