Instagram es la red social de las emociones. Promueve una foto entendible, artística, creíble y duradera. Su éxito se basa en aspectos comunes a otras redes sociales [followers, hashtags, búsquedas, viralidad…] pero, de todas ellas, es la que mejor genera una digitalización de los sentimientos.
En la era de lo visual, la imagen triunfa sobre las letras. Ya lo dice el refrán: “una imagen vale más que mil palabras”. Eso demuestra que los sentimientos no se miden con el ROI. En otras palabras: Instagram triunfa porque es una red social amigable en la que prima el buen rollo. Un buen rollo propiciado, en gran medida, por los filtros retro y vintage de las fotos, ya que apelan a una comunicación basada en un discurso emotivo.
El poder emocional que desprenden las fotografías es innegable porque nos hacen partícipes de sentimientos, acontecimientos y sensaciones. Es por eso mismo por lo que se generan dosis tan altas de engagement entre los usuarios de Instagram, la red social de los sentimientos.
La siguiente infografía resume, de forma ilustrativa, las principales claves del éxito de Instagram:
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