No nos engañemos. En los momentos que vivimos hay mucho emprendedor por necesidad y en diversos países el autoempleo es la única forma que muchas personas encuentran para salir de las listas del paro y llevar un sueldo a casa. Los poderes políticos nos animan a emprender porque saben que además de autoemplearse, los autónomos están creando otros puestos de trabajo.
Hasta aquí, todo correcto. Está muy bien crear tu propio negocio, organizarte tu propio horario y no depender de un jefe. Y si encima reduces las cifras del paro, mejor que mejor. El problema es que a todo este ánimo que se nos da para emprender no se le ha acompañado de una dosis de realismo que nos explique que crear un negocio es una tarea apasionante, sí, pero también que nos va a quitar mucho tiempo, que va a requerir un gran esfuerzo y un planteamiento realista.
Los ingredientes fundamentales para emprender son una idea original –que te guste y a la que puedas aportar un valor añadido–, un buen planteamiento –estudio de mercado y plan de negocio– y la financiación. Y la más difícil es esta última, porque no depende tanto de nosotros.
Muchos emprendedores pueden empezar con ahorros propios, otros recurren a familia y amigos, y la mayoría tiene que buscar la financiación en los bancos, los business angels y otros canales alternativos. Eso hace que la inversión se reduzca a lo justo e imprescindible.
Sin embargo, a la hora de recortar gastos, se olvida muchas veces que la imagen corporativa y la web son el escaparate de un negocio del siglo XXI y no se pueden descuidar. Afortunadamente, cada vez hay más herramientas de calidad con versiones gratuitas para diseñar una web profesional. WordPress ya perdió el monopolio en favor de opciones tan atractivas como Magnolia CMS, de origen suizo.
Por otro lado, una de las tareas que más quebraderos de cabeza generan a los emprendedores es la gestión de sus cuentas. Llevar una contabilidad de ingresos y gastos, ordenar las facturas emitidas y soportadas, preparar los impresos correspondientes a los diferentes impuestos… Pero las gestorías tradicionales cobran una tarifa mensual que muchos autónomos prefieren ahorrarse. Además, si dedicas mucho tiempo a algo que no te gusta, que apenas sabes hacer y que no te deja centrarte en tu trabajo real, acabarás aborreciendo tu empresa. Por suerte, en este terreno también existen herramientas que facilitan enormemente la gestión de tu negocio por un coste mucho menor que el de una gestoría. Y si en el futuro decides contratar a una gestoría, incluso puedes comunicarte con ella a través de estas herramientas que guardan tu información en la nube y te permiten acceder a ella y actualizarla desde cualquier dispositivo, ya sea tu ordenador, tu móvil o tu tablet.
Ya no tienes que saber de contabilidad para gestionar tu empresa de una forma sencilla, gracias a herramientas como Sage One, la versión para autónomos que esta compañía ha desarrollado, con costes reducidos y que ni siquiera requiere estar atento para actualizar el programa periódicamente.
En definitiva, si necesitas ahorrar costes mientras tu empresa adquiere fuerza y presencia en el mercado, no elimines partidas tan importantes como eldiseño de tu web y la gestión contable y fiscal de tu negocio. Existen herramientas que te ayudarán a tener una imagen profesional por un precio muy reducido, y podrás dedicar tu tiempo a lo que realmente sabes y quieres hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario